domingo, 14 de septiembre de 2014

Lo que NO dijiste

• Dijiste que podía hacer mis sueños realidad. Pero no dijiste que sólo querías que hiciera realidad lo que tu deseabas para mi. 


• Dijiste que luchara por mis ideales. Pero no dijiste que – sólo – si también eran tuyos. 


• Dijiste que creciera. Pero no dijiste que lo hiciera bajo tus propios límites. 


• Dijiste que me escucharías. No dijiste que solamente si decía lo que querías escuchar. 


• Dijiste que podía contar con vos, que todo lo hacías por mi. No dijiste que en realidad lo hacías por vos mismo, para sentirte bueno y bondadoso, y excelente en tu trabajo y vida. 


• Dijiste que te sentías orgullosa de mi. No dijiste que tan sólo estabas orgulloso de mis logros. No conoces quien soy, por lo tanto no podes enorgullecerte de lo que no conoces. 


• Dijiste que podía volar. No dijiste que bajo tus propias fronteras. 


• Dijiste que debía seguir mi corazón, sin importar lo que la sociedad comentara. No dijiste que vos no te considerabas parte de la sociedad. 


• Dijiste que fuera yo misma. No dijiste que sólo si te agradaba quien yo era.


• Dijiste que siguiera mi propio camino. No dijiste que debía ser de tu aprobación. 


• Dijiste que expresara mis ideas y opiniones. No dijiste que las juzgarías si no eran de tu agrado. 


• Dijiste que no mentirías, que siempre hablarías con la verdad. No dijiste que únicamente si esta te convenía.


• Dijiste muchas cosas incluso las mas dolorosas... Omitiste muchas verdades...  
El amor no se gana, se otorga.... Lo que seguramente nunca poseeras será mi confianza. Pues esta se gana con tiempo, comprensión y sinceridad. Y vos no sos digno de mi confianza. No confiaste en mi y ahora yo no logro confiar en ti. 

 Todo esto es lo que no dijiste - o tal vez – lo que yo no quise escuchar… 

 Duele amar, cuando tus pensamientos se quedan colgando de la nada aguardando por un pretexto, cuando tus sueños son solo sueños huyendo de la realidad. Duele amar, cuando la ilusión que has sembrado por error se ha marchitado, cuando el corazón no ha sabido olvidar y el tiempo no ha sido capaz de curar esas heridas que el alma no pudo evitar.